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Ansiedad

La ansiedad es un fenómeno humano universal, es decir, que se da en todas las personas cuyo rango oscila desde una respuesta adaptativa a un trastorno incapacitante.

En la mayoría de casos no requiere tratamiento alguno, sólo cuando se hace suficientemente intensa como para constituir un problema de salud, desbordar la capacidad adaptativa del sujeto o interferir en la vida diaria debe considerarse el tratamiento.

Normalmente, la función de la ansiedad sería movilizar, activar, al individuo frente a situaciones consideradas amenazantes de forma que pueda neutralizarlas, abordarlas o asumirlas satisfactoriamente. En algunos casos, en función de la estrategia defensiva, puede actuar no como promotor de la acción sino como inhibidor.

En la ansiedad existe una relación particular entre el individuo y el entorno que es evaluado por éste como amenazante o desborda sus recursos y pone en peligro su bienestar. Los procesos críticos de la relación medio-individuo son la evaluación cognitiva y el afrontamiento.

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Si en algo están de acuerdo la práctica totalidad de autores es en vincular la ansiedad al concepto de amenaza, hasta el punto de que ésta se considera su elemento crítico definitorio más significativo.

La evaluación cognitiva sería un proceso evaluativo que determina por qué y hasta qué punto una relación determinada o una serie de relaciones entre el individuo y el entorno es estresante o amenazante.

Afrontamiento sería el proceso a través del cual el individuo maneja las demandas de la relación individuo-ambiente que evalúa como estresante y las emociones que ello genera.

Para entender el concepto de amenaza en términos relacionales individuo-medio hay que preguntarse qué, por qué, cómo, algo es considerado así, es decir, por qué la amenaza es tal, qué amenaza la amenaza.

La ansiedad tiene que ver con el estar, o mejor sentirse en riesgo. Cuando un daño, amenaza o pérdida se consuma afecta más bien al estado de ánimo. La ansiedad que pueda persistir se relaciona con otras áreas en peligro, algunas de ellas como consecuencia de la consumación de la primera.

Amenaza: Se refiere a aquellos daños o pérdidas que todavía no han aparecido pero que se prevén y evalúan como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo.

Anticipación: Se refiere a un proceso cognitivo de evaluación sobre un acontecimiento que todavía no ha ocurrido, respecto del cual, el individuo calcula posibles riesgos, cómo se producirán o no, y cómo podrían prevenirse o afrontarse.

Activación biológica: Sobre-activación y sobre-estimulación interna del organismo frente a una situación considerada amenazante.

Afrontamiento: Aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales que se desarrollan para manejar las demandas específicas internas o externas que son evaluadas como amenazantes, excedentes o desbordantes de los recursos del sujeto.

Resultados: Son las consecuencias adaptativas o no del afrontamiento, frente a la situación amenazante y que tiene repercusiones en estado-proceso afectivo, efectivo y fisiológico del organismo.

La ansiedad, ya lo hemos dicho, no es asimilable ninguna de las variables, o relación particular entre ellas, sino con el conjunto del esquema.

El afrontamiento no efectivo intensifica la ansiedad. En la medida en que un proyecto o logro se degrada, y la activación fisiológica y psicológica alcanzan límites de trastorno, la ansiedad compromete, obstaculiza o degrada (amenazan en una palabra) la continuidad de otros planes o imbricados con ellos y en principio no problematizados, dando lugar, así, a un proceso de generalización, o reacciones en cadena, que retroalimentan la ansiedad negativamente, en tanto en cuanto el individuo ve sus recursos progresivamente más desbordados y su bienestar reducido o truncado en malestar.


Ataques de pánico

Los síntomas más frecuentes de un ataque de pánico son: Transpiración, palpitaciones, dolores en el pecho, mareos o vértigos náusea, o problemas estomacales, sofocos o escalofríos, falta de aire o una sensación de asfixia, hormigueo o entumecimiento estremecimiento o temblores, sensación de irrealidad, terror, sensación de falta de control o estarse volviendo loco, temor a morir. Quienes padecen de trastornos de pánico experimentan sensaciones de terror que les llegan repentina y repetidamente sin previo aviso. No pueden anticipar cuando les va a ocurrir un ataque y muchas personas pueden manifestar ansiedad intensa entre cada uno al preocuparse de cuando y donde les llegará el siguiente. Entre tanto, existe una continua preocupación de que en cualquier momento se va a presentar otro ataque. Cuando llega un ataque de pánico, lo más probable es que usted sufra palpitaciones y se sienta sudoroso, débil o mareado. Puede sentir cosquilleo en las manos o sentirlas entumecidas y posiblemente se sienta sofocado o con escalofríos. Puede experimentar dolor en el pecho o sensaciones de ahogo, de irrealidad o tener miedo de que suceda una calamidad o de perder el control. Usted puede, en realidad, creer que está sufriendo un ataque al corazón, que está perdiendo la razón o que está al borde de la muerte. Los ataques pueden ocurrir a cualquier hora aún durante la noche al estar dormido, aunque no esté soñando. Mientras casi todos los ataques duran aproximadamente dos minutos, en ocasiones pueden durar hasta 10 minutos. En casos raros pueden durar una hora o más. Usted puede en realidad creer que está sufriendo un ataque al corazón, que está volviéndose loco o que está al borde de la muerte. Los ataques pueden ocurrir a cualquier hora aún durante la noche al estar dormido, aunque no esté soñando.

Al menos un 1.6 por ciento de la población padece trastornos de pánico y es más común en las mujeres que en los hombres. Puede presentarse a cualquier edad, en los niños o en los ancianos, pero casi siempre comienza en los adultos jóvenes. No todos los que sufren ataques de pánico terminan teniendo trastornos de pánico; por ejemplo, muchas personas sufren un ataque y nunca vuelven a tener otro. Sin embargo, para quienes padecen de trastornos de pánico es importante obtener tratamiento adecuado. Un trastorno así, si no se atiende, puede resultar en invalidez. El trastorno de pánico frecuentemente va acompañado de otros problemas y puede engendrar fobias, relacionadas con lugares o situaciones donde los ataques de pánico han ocurrido. Por ejemplo, si usted experimenta un ataque de pánico mientras usa un ascensor, es posible que llegue a sentir miedo de subir a los ascensores y posiblemente empiece a evitar usarlos.

Las vidas de algunas personas han llegado a hacerse muy restringidas porque evitan actividades diarias normales como ir al mercado, manejar un vehículo o, en algunos casos hasta salir de su casa. O bien, pueden llegar a confrontar una situación que les causa miedo siempre y cuando vayan acompañadas de su cónyuge o de otra persona que les merezca confianza. Básicamente, evitan cualquier situación que temen pueda hacerlas sentirse indefensas si ocurre un ataque de pánico. Hablamos entonces de agorafobia. La padecen una tercera parte de las personas que sufren de trastornos de pánico, llegando a tener sus vidas muy restringidas. Sin embargo, un tratamiento oportuno al trastorno de pánico puede frecuentemente detener el progreso hacia la agorafobia.

Se han hecho estudios que demuestran que un tratamiento adecuado, un tipo de psicoterapia llamada terapia cognitivo-conductual, ayuda del 70 al 90 por ciento de las personas con trastornos de pánico. Se puede apreciar una significante mejoría entre 8 a 12 semanas después de iniciarse el tratamiento. Los medios usados en la terapia cognitivo-conductual enseñan al paciente a ver las situaciones de pánico de manera diferente y enseñan varios modos de reducir la ansiedad, por ejemplo haciendo ejercicios de respiración o acudiendo a técnicas que dan nuevo enfoque a la atención. Otra técnica que se usa en la terapia del comportamiento, conocida como terapia de exposición, frecuentemente puede mitigar las fobias resultantes de un trastorno de pánico. En la terapia de exposición, se expone poco a poco a las personas a la situación temida hasta que llegan a hacerse insensibles a ella.

 

Definiciones de ansiedad, pánico, problemas relacionados con la ansiedad

Que ha pasado conmigo? Por qué yo?, y Cómo puedo vencer estos problemas relacionados con la ansiedad?


La ansiedad y el miedo

La ansiedad y el miedo son maneras normales que tenemos para responder hacia peligros percibidos. La ansiedad usualmente empieza con un peligro no muy bien definido, mientras que el miedo usualmente empieza cuando hay una situación que esta muy bien definida. Esta relación entre la ansiedad y el miedo se puede dibujar de esta manera:

La ansiedad peligro no muy bien definido.

El miedo peligro muy bien definido

La ansiedad y el miedo nos causan muchos síntomas mentales incómodos, como el sentirse indefenso, la confusión, la aprehensión, la preocupación y los pensamientos negativos repetitivos. El miedo y la ansiedad también pueden causar síntomas desde simples tensiones musculares hasta un corazón latiendo fuertemente. Los síntomas posibles están anotados en la descripción de ataques de pánico.


Ataques de pánico

Un ataque de pánico es un estado de miedo intenso que ocurre por ninguna aparente razón, y esta caracterizado por los siguientes síntomas

  • Las sensaciones de ahogo.
  • El vértigo y los temblores incontrolados.
  • Las palpitaciones o el ritmo cardiaco acelerado.
  • Los temblores incontrolados.
  • La sensación de hormigueo en los labios y en los dedos de las manos y pies.
  • Sentir mucho calor o mucho frío de repente.
  • Dolor o incomodidad en el pecho.
  • El temor a estar seriamente enfermo o incluso a morir.
  • El miedo a cometer acciones descontroladas o a enloquecer.
  • La transpiración.
  • Insuficiencia respiratoria.
  • Nausea o problemas estomacales.
  • Sensación de irrealidad (despersonalización o pérdida de la noción de la realidad).

Los ataques del pánico pueden empezar gradualmente sobre un periodo de varios minutos o horas, o pueden sorprenderlo repentinamente. La mayoría de los ataques no duran mas de media hora. Cuando uno siente ansiedad o pánico en cualquier lugar se le llama ansiedad espontánea o pánico espontáneo, dependiendo de la intensidad. Si la ansiedad o el pánico ocurre solamente en situaciones especificas, se le llama ansiedad fóbica o situacional. Si la ansiedad o el pánico empiezan solamente por pensar en una situación particular, se le llama ansiedad anticipatoria o pánico anticipatorio. El primer paso para vencer cualquier problema relacionado con la ansiedad es asegurarse que no halla un problema medico. Un examen medico puede solucionar esta duda. Hay varias condiciones medicas que pueden causar problemas que tienen los mismos síntomas relacionados con la ansiedad; estas incluyen: problemas cardiovasculares, asma, crispamiento espasmódico, diabetes, hipotiroidismo, y problemas con el oído interno. Medicaciones como estimulantes, complementos para el tiroides, medicamentos para el catarro, tranquilizadores, píldoras para dormir, ciertas pastillas para controlar la presión, esteroides, y, irónicamente, los antidepresivos pueden causar síntomas de ansiedad. A veces, los síntomas de la ansiedad son causados por el uso de medicamentos o por dejar de tomar los mismos. Finalmente, el uso legal o ilegal de las drogas "legales", como la cafeína, el alcohol, y la marihuana también pueden causar síntomas de ansiedad.


Relacionados con la ansiedad

La persona que sufre con problemas relacionados con la ansiedad a veces cree que es la única que tiene este problema. Esto es totalmente falso. El National Institute of Mental Health (NIMH) piensa que las diferentes condiciones de ansiedad que hay son los problemas mas comunes en los Estados Unidos. Durante cualquier periodo de seis meses, aproximadamente 9% o 16 millones de personas en los Estados Unidos sufren de uno de los problemas relacionados con la ansiedad. Durante el curso de sus vidas, problemas relacionados con la ansiedad van a afectar aproximadamente al 14.6% o 26 millones de personas. Dos estudios encontraron que de los que fueron preguntados, un tercio sufrieron como mínimo un ataque de pánico en el ultimo año. Mientras que no todos tuvieron los problemas descritos abajo, esta claro que los problemas relacionados a la ansiedad son muy comunes.


Tensión motriz

  • Estremecimiento, crispamiento espasmódico o sensación de agitación.
  • Tensión, dolores o molestias musculares.
  • Desasosiego.
  • Fatiga fácil.

Hiperactividad autonómica

  • Respiración dificultosa o sensaciones de ahogo.
  • Palpitaciones o latido acelerado del corazón (taquicardia).
  • Transpiración o frío, manos húmedas y frías.
  • Boca seca.
  • Vértigo o mareo.
  • Náusea, diarrea u otro trastorno abdominal.
  • Acaloramiento (accesos de calor) o escalofríos.
  • Orinar con frecuencia.
  • Dificultades para trabajar o "nudo en la garganta".

Vigilancia y exploración

  • Sensación de agitación o impaciencia.
  • Respuesta de alarma exagerada.
  • Dificultad para concentrase o "mente en blanco" debida a la ansiedad.
  • Dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido.
  • Irritabilidad.

Trastorno de pánico

La característica clave del trastorno de pánico es la presencia de ataques de pánico inesperados que se produzcan sin que exista ninguna razón aparente. No se halla presente ninguna amenaza externa razonable. Las personas con trastorno de pánico no evitan los lugares o situaciones asociados con la ansiedad o el pánico. Algunas personas con trastorno de pánico nunca desarrollan comportamientos de evitación. Lamentablemente, sin un tratamiento efectivo, la mayoría encuentra que finalmente comienza a asociar varias actividades o situaciones con los ataques de pánico y empieza a evitar esas actividades o situaciones. Cuando sucede esto, entonces tienen trastorno de pánico con agorafobia.


Trastorno de pánico con agorafobia

Las personas con trastorno de pánico a menudo desarrollan agorafobia, que es la tendencia a evitar lugares o situaciones donde la huída podría resultar difícil o vergonzosa, o donde no podrían obtener ayuda en caso de un ataque de pánico. Aunque los tipos de lugares o situaciones evitadas varían muchísimo de una a otra persona y a veces incluso de un momento a otro, en general se constata la presencia de una pauta definida. Una persona en este estado puede necesitar un compañero, llamado persona de apoyo, cuando se aleje de su casa o se dirija a zonas nuevas o alarmantes. La persona de apoyo asegura la disponibilidad de ayuda.

La evitación agorafóbica puede oscilar desde benigna a seria. Las tendencias agorafóbicas también pueden aparecer y desaparecer. Las situaciones comunes que podrían evitarse incluyen estar fuera de casa solo, viajar más allá de una distancia "segura" de la casa, hallarse en medio de una muchedumbre o hacer cola, estar sobre un puente, utilizar un ascensor, viajar en trasporte público, o ir al teatro o a un restaurante.


Fobia social

La fobia social se caracteriza por el miedo a sufrir vergüenza o humillación en situaciones sociales. Como consecuencia de este miedo, se evitan las situaciones donde uno debe "actuar" y someterse al examen de los demás. A algunas personas el solo hecho de pensar en situaciones temidas puede provocarles una ansiedad seria e incluso ataques de pánico. Las formas suaves de fobia social son muy comunes. El miedo a hablar en público, a veces conocido como "miedo al escenario" por los actores y músicos, probablemente es la fobia social más común. Otras formas comunes incluyen el miedo a escribir el nombre de uno o firmar en presencia de otros, la dificultad para comer o beber en público y el temor a ruborizarse.


Trastorno obsesivo-compulsivo

Una obsesión: es una idea, pensamiento, imagen o impulso persistente.

Una compulsión: es una acción repetida de un modo ritual. La acción puede realizarse con el intento de provocar o evitar algún acontecimiento o situación que pasará en el futuro. Las compulsiones también pueden ser actividades normales, racionales, ejecutadas de un manera claramente excesiva. En general, las compulsiones se llevan a cabo en respuesta a una obsesión. Por ejemplo, una persona que teme la contaminación (la obsesión) podría entregarse a un lavado de manos ritual o excesivo. Las compulsiones más comunes son lavarse las manos, contar, verificar y tocar. Las obsesiones y compulsiones suaves son comunes y se consideran un problema solo cuando interfieren con las actividades normales, provocan angustia mental o emocional, o cuando una persona carece de control sobre ellas.


Fobia simple

Las fobias simples, también llamadas fobias específicas, pueden implicar objetos o situaciones tales como animales, insectos, volar, espacios cerrados, alturas, oscuridad, ascensores o puentes. Una fobia simple difiere de la agorafobia en que la ansiedad está centrada en un objeto o situación especifico externo y se halla presente sólo cuando se hace frente a ese objeto o situación. Las fobias simples son comunes y normalmente no generan problemas importantes en la vida, pues simplemente se evita el objeto o situación temidos. Una fobia simple se convierte en un problema sólo cuando el objeto o situación temidos no pueden ser evitados fácilmente o cuando resultan importantes para el trabajo o la vida personal de uno.


Trastorno de estrés postraumático

El trastorno de estrés postraumático, o TEPT, es el estrés que resulta después de un acontecimiento traumático tal como una violación, agresión, desastre natural, cirugía mayor, servicio en combate durante tiempos de guerra y sufrir u observar un accidente grave. Una persona con TEPT puede experimentar imágenes recurrentes del acontecimiento traumático, sensaciones de que el acontecimiento traumático está sucediendo en el presente, sueños inquietantes y recurrentes sobre el trauma, o intensos malestares físicos cuando es expuesta a acontecimientos que simbolizan o presentan semejanza al acontecimiento traumático.

Una persona con TEPT puede evitar lugares o cosas asociadas con el trauma, o experimentar un aturdimiento general. Este aturdimiento puede ir desde evitar pensamientos o sensaciones asociados con el trauma, hasta una sensación general de separación o alejamiento de los demás. También deben de estar presentes por lo menos dos de los tipos siguientes de reacción corporal:

  • Dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido.
  • Irritabilidad o estallidos de ira.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Hipervigilancia.
  • Respuesta de alarma exagerada.
  • Una reacción física excesiva cuando se está expuesto a acontecimientos que simbolizan o se asemejan a un aspecto
  • del acontecimiento traumático; por ejemplo, una persona que estaba en el asiento trasero cuando pasó un accidente automovilístico se vuelve muy ansiosa cada vez que un coche se acerca por atrás.

Nuestro equipo de psicólogos, a lo largo de los últimos diez años, se ha especializado en el tratamiento de adultos, profesionales de ambos sexos y sus trastornos asociados (ansiedad, estrés, problemas de pareja etc...) así como el tratamiento de otras patologías como la agorafobia, los trastornos obsesivos compulsivos etc. Tal vez usted esté cada vez más paralizado.


El terapeuta tiene medios eficaces para enfrentar los problemas originados en el pasado o en la forma de vivir actual.

Se han dado importantes avances en los tratamientos por medio de la identificación y modificación de problemas que tienen un gran impacto en el comportamiento humano en general. Por ejemplo, el manejo de la ansiedad ha permitido solucionar de manera efectiva fobias, obsesiones, y demás trastornos asociados a ella. El control de los pensamientos automáticos o las ideas irracionales han sido otro gran avance de la terapia, para la depresión, para el manejo de la ansiedad, para los trastornos de personalidad, etc. Tanto la ansiedad como los pensamientos se relacionan con el control de la conducta humana. Su control como elemento terapéutico, es parte central de la actual práctica de la psicoterapia.

 

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